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El siguiente día llegó mucho más rápido de lo que nadie había anticipado.
Mientras el sol de la temprana mañana comenzaba a asomarse en el cielo, alrededor de cincuenta Caballeros y Magos se encontraban frente a Adonis y Lucielle.
También fueron honrados con la presencia de los miembros del Consejo Real.
Esta era la Unidad de Rescate que iría a las profundidades de la Mazmorra Real para salvar a su compañero moribundo.
Afortunadamente, Bruto aún no estaba muerto.
Sin embargo, estaba muriendo. Si no se apuraban, su vida podría perderse.
—…Y eso es el final del informe —preguntó Lucielle a los cincuenta que estaban ante ella y el Héroe—. ¿Alguna pregunta?
Sin embargo, ninguno de los de rostro serio tenía preguntas.
—¿Puedo hacer una yo? —Una voz femenina y fuerte vino desde detrás de los dos líderes.
Adonis y Lucielle se giraron rápidamente para ver un grupo de adolescentes parados con resolución.
