—¿Algo surgió...? —Cuando Rey miró a los ojos de Adonis, pudo decir que algo estaba terriblemente mal.
Una expresión de preocupación barrió su rostro y se sentía como si la ansiedad estuviera brotando dentro de él.
Antes de que Rey se diera cuenta, su corazón comenzó a latir aceleradamente.
—¿Estoy en problemas otra vez? —preguntó, una gota de sudor se formó en el lado de su cara.
—¡A-ah! ¡No! ¡No! Esto es algo diferente. Lo entenderás una vez vengas conmigo. Todos están esperando... —Adonis nunca había mentido a Rey antes, al menos no que él supiera. No había razón para pensar que lo estaba haciendo ahora, aunque Rey sabía que no podía estar demasiado seguro.
Después de unos segundos de consideración en silencio, Rey decidió que no tenía otra opción que ir con Adonis y ver qué estaba pasando.