~ LHARS ~
Tiempo después yacían enfrentados sobre las pieles. Lhars le peinó el cabello hacia atrás y deslizó sus dedos por él, alisándolo donde se había enredado durante su acto de amor.
Kyelle lo miraba fijamente, una de sus manos reposaba sobre su pecho, sintiendo el latido de su corazón. Luego parpadeó, tomó su mano y la presionó contra su pecho entre sus senos.
—Siente eso —susurró ella, admirada.
Sus latidos estaban sincronizados.
Lhars tragó saliva. —Eso es...
—El vínculo —dijo ella, asintiendo—. Eres mío, Lhars.
—Cuerpo y alma —dijo él con voz ronca, sintiendo un dolor en el pecho no de sufrimiento, sino del inmenso amor arrollador que sentía por ella.
Sus ojos se suavizaron y él no pudo resistirse. Curvó una mano sobre su cintura hasta la pequeña de su espalda y la atrajo a través de las pieles hacia él, sujetando la parte posterior de su rodilla y tirando de ella sobre la suya, enredándolos juntos.