—La piel de Zev zumbaba por completo —explicaba tanto y le hacía sentir enfermo. Pero Sasha intentaba claramente no perder el control. Él puso una mano en su espalda mientras ella se aclaraba la garganta y sacudía su shock.
—¿Alguno de ustedes quiere mudarse a la nueva tierra donde los humanos no puedan alcanzarlos? —Porque si es así, tendrán que pasar por el Portal dentro de los próximos cinco días. Todos nos iremos en las próximas dos o tres semanas, y no quiero a ninguno de ustedes aquí una vez que los humanos descubran lo que estamos haciendo. Realmente creo que cuando atraviesen y se den cuenta de que nos hemos ido, van a arrasar este lugar y cualquier cosa viva. Fui allí y conocí a los hombres que dirigen este programa. No tienen corazones. No tienen conciencias. Los usarán o los matarán. No quiero a ninguno de ustedes aquí.
Ella lo estaba haciendo muy bien. Él se sentía tan orgulloso, observándola controlar su miedo y hablarles como si tuvieran valor.