—Zev mantuvo a Sasha atrás, sabiendo que Lhars y Kyelle se moverían más rápidamente. Así que si solo esperaban un par de minutos, podrían viajar de vuelta a la Ciudad solos. Luego la coló por la puerta principal y por las escaleras, apresurándose al pasar por los machos que le llamaban con instrucciones firmes de que tenían tareas Alfa importantes y no podían ser molestados.
Cuando llegaron a la Cámara Alfa, la arrastró hacia adentro, luego pateó la puerta para cerrarla detrás de ella y la aseguró.
Cuando se giró para enfrentarla, Sasha levantó una ceja.
—Solo asegurándome —dijo con una sonrisa—. Los límites Chimeranos son... un poco diferentes.
Entonces la tomó en sus brazos, sujetó su rostro entre sus manos y la besó.