—El Cielo se hundió en un pensamiento antes de asentir con la cabeza —Lo intentaré, acércate, Elisa
Se sentía extraño, era la primera vez que conocía al Ángel llamado Cielo, pero en algún lugar no se sentía como una extraña con el hombre. Avanzando un paso, Elisa entonces sintió la mano de Cielo sobre su cabeza. Él murmuró algo entre suspiros y antes de que Elisa pudiera sentirlo, vio luz materializándose debajo de su palma.
Elisa se sobresaltó por la luz, pero no se sintió incómoda, en cambio en algún lugar se sintió tan cálida y relajante. Ian, desde el costado, observó cómo el ceño fruncido de Cielo continuaba frunciéndose cuando de repente su mano fue repelida por algún impacto y fue lanzada hacia atrás. Perdiendo su equilibrio, Cielo también retrocedió y sintió su piel chisporrotear como si un pequeño trueno hubiera golpeado su palma cuando intentó deshacer la magia que afectaba la mente de Elisa.