Ian se inclinó hacia adelante interesado —¿Qué tipo de cosas has oído? Sabía que el segador siniestro había tomado cariño por Elisa. El cariño no era romántico, algo que Ian podía permitir ya que, a pesar del acto de Hallow de no gustarle Elisa, él parecía estar muy apegado a ella. Si Elisa le había hecho una pregunta al manojo amarillo era más posible que el segador le dijera la verdad en lugar de no hacerlo.
—El Señor Bel parece estar buscando el Cielo —dijo Elisa haciendo que Ian alzara las cejas—. ¿Los Demonios no saben dónde está ubicado el Cielo? —le preguntó ya que él era uno de los residentes del Infierno.
—No, ellos saben pero ninguno se ha atrevido a ir allí, Bel también lo sabe —entonces Ian colocó una mano debajo de su barbilla, sus labios bien formados se curvaron en una sonrisa—. Sé lo que está buscando.
Elisa no podía entender, basado en su conversación debería ser extraño pero Ian sabe qué es lo que realmente buscaba Belcebú —¿De verdad?