Cuando Elisa se encontró con la mirada roja de Edward Harland, una sorpresa llegó a ella ya que no esperaba que el hombre del que habló anoche con Ian apareciera en este momento, como si no fuera por casualidad.
—Señor, este es un Miembro de la Iglesia, el señor Edward Harland —presentó Lipton mientras se paraba entre los dos hombres cuyos ojos se mantenían fijos el uno en el otro por un momento antes de que Edward se descompusiera en una sonrisa como para saludar y retrocediera un paso para hacer una reverencia.
—Nos hemos conocido previamente, milord, espero que me recuerde —preguntó Edward, el hombre era alto pero palidecía en comparación con la presencia de Ian.
Ian frunció el ceño cuando el vampiro se presentó, —¿Hemos conocido antes porque no parezco recordarte? ¿El señor Ian estaba bromeando? Se preguntó Elisa a sí misma. Hasta donde sabía, el señor Ian era un hombre que tenía una memoria excelente. Además, ¿no habían hablado sobre el señor Harland la noche anterior?