Jedrek se transformó de nuevo y rugió estruendosamente—¡TE DIJE QUE NO SALIERAS DEL CASTILLO!
El rugido de su hermano resonaba en la cabeza de Torak, mientras intentaba levantarse y enfrentarlo de nuevo. La herida en su rostro empezaba a sanar, pero la sangre en su ropa no podía eliminarse.
—¿¡CÓMO TE ATREVES??? ¡SALIR DEL CASTILLO POR TU CAPRICHO Y VOLUNTAD! —Jedrek no pudo contener su ira y levantó a Torak del suelo, por su cuello antes de golpearlo fuerte en el lado izquierdo de su rostro, donde la herida acababa de curarse.
Un sonido enfermizo resonó cuando el puño de Jedrek impactó con el rostro de Torak, el sonido de huesos rompiéndose indicaba que otra herida se había abierto ahora.
—¿¡POR QUÉ NUNCA HACES CASO?! —Jedrek se acercó de nuevo a Torak cuando su hermano se levantó y le propinó otro golpe incluso antes de que este pudiera ponerse de pie correctamente—. AHORA, ¿ESTÁS FELIZ DE VER TODO EL DAÑO QUE RESULTÓ SOLO DE TU DESAFÍO?!