—No deberías estar aquí, Alfa... mi negativa a unirme a ti en el otro reino es solo una distracción para atraerte aquí. Les pasó lo mismo a tus otros hermanos —Reynold miraba a Torak directamente a los ojos.
Torak entrecerró los ojos mientras devolvía la mirada a Reynold. Por alguna razón, se sentía inquieto cuando escuchó sus palabras.
Estaba diciendo la verdad. Podía ver en sus ojos que el señor de los dragones le estaba diciendo la verdad sobre haber sido atraído a este lugar.
—¿Qué estás planeando? —preguntó Torak, mientras se levantaba y caminaba hacia Reynold.
—No fui yo —dijo Reynold, manteniéndose firme cuando Torak se acercó a él—. Sabes que no soy yo quien planeó todo esto.
Torak gruñó.
—Entonces, ¿quieres decir que me atraíste aquí? —preguntó.