—Lana, ¿sabías que Kace volvería hoy? Y que se convertirá en el sustituto del Señor Wentworth —Esperanza siguió a Lana dentro de la casa.
—No, no lo sabía —Lana sacudió la cabeza mientras entraba en su dormitorio con Esperanza siguiéndola como un cachorro perdido—. Creo que Serefina tampoco sabía esto.
—Sí, puedo ver lo enojada que estaba —Esperanza se dejó caer en la cama de Lana y abrazó su almohada—. ¿Por qué volvió? Si toma un trabajo como profesor en nuestra escuela, entonces significa que no se irá en un futuro cercano, ¿verdad?
—Depende —Lana se cambió de ropa por un par de vaqueros y una camiseta, su atuendo cotidiano.
—¿A qué te refieres? —Esperanza frunció el ceño, ya disgustada con la idea de la posibilidad de que Kace se fuera de nuevo.
—Dado que Kace regresó de improviso, debe tener su propio plan. Depende de si puede convencer a Serefina. O... —Lana sacó su mochila de debajo de su cama.
—¿O? —Esperanza seguía los movimientos de Lana con la mirada.
