Alzó la cabeza, Raine miró al hombre frente a ella quien lucía preocupado a través de sus pestañas mojadas. Sus mejillas se sonrojaron y sus labios besables se fruncieron levemente mientras asentía con la cabeza.
—¿Te gustaría ir conmigo a la reunión para desayunar que tengo mañana con algunas otras personas de la manada? —Belinda insistió para que Torak presentara a Raine al resto de los miembros de la manada, o al menos debía presentar a Raine a los miembros de rangos más altos, porque ella sería la Luna algún día, y el primer paso que necesitaba dar era superar su trauma.
Indulgarla en su propio miedo no la ayudaría a recuperarse, necesitaba tener ese coraje y dar el paso por sí misma.
—Habrá alrededor de veinte personas presentes, y si te sientes incómoda, puedes irte en cualquier momento —Torak la persuadió.
Raine se mordió los labios, era complicado para ella.