Después de la larga espera, Tristán y Zhen-Zhen finalmente llegaron a la Mansión de la Familia Davis.
El Abuelo Lu fue la primera persona en acercarse y darles la bienvenida al marido y la mujer.
—¡Finalmente están aquí! —El Abuelo Lu los saludó de inmediato.
Como siempre hacía, Zhen-Zhen le dio al Abuelo Lu un cálido abrazo.
—Abuelo, lo siento por llegar tarde. Es mi culpa —Zhen-Zhen se disculpó de inmediato.
El Abuelo Lu palmeó la espalda de Zhen-Zhen. —Está bien, Lillie. No tienes que disculparte. Sé que te cansaste debido a las largas horas de viaje.
El Abuelo Lu fue tan amable y considerado con Zhen-Zhen. Tristán solo podía sonreír mientras observaba a su esposa y a su abuelo.
Sus padres también se acercaron para darles la bienvenida, incluidos la Abuela Clara y el Abuelo Alejandro.
—¡Bienvenido de nuevo, hijo! —Lucas le dio una palmada en el hombro a Tristán.