Tristán y Andrés estaban actualmente en una llamada por Skype. Se estaban poniendo al día sobre el progreso de su trabajo en las dos diferentes sucursales. Se apresuraban para arreglar todo antes del lanzamiento del producto que se celebraría dentro de una semana.
—¿Cómo va todo por tu lado, Bro? ¿Estás bien? —le preguntó Andrés preocupado.
Tristán respiró hondo mientras se frotaba el espacio entre las cejas. —Los inversores siguieron retrasando mi cita con ellos. La han reprogramado otra vez.
—Suspiro. ¿Podemos simplemente dejar que hagan lo que quieran? Creo que aún tenemos fondos incluso si ellos no invierten en nosotros. No importa, ¿verdad? La Empresa Estrella Celestial no es tan pobre. Tenemos suficientes fondos para estos proyectos. ¿Qué opinas, mi querido Director Financiero?