—Deja de hablar de ellos. Además, no tienes que preocuparte. John y Lester prepararon todo. Incluso Sofía no podrá decir que no a mi hermano, especialmente si está bajo la influencia de esa droga —dijo Jade.
Matthew escuchó todo lo que decían. Estaba seguro de que estaban hablando de Sofía y Marcos.
Basándose en su conversación, Matthew pudo entender que Marcos intentaba dañar y aprovecharse de Sofía.
En ese preciso momento, Matthew sintió como si una llama de furia se encendiera dentro de él.
—¿Cómo se atreve a hacerle eso a ella? ¡Ella confiaba en él! Marcos, no te atrevas a ponerle un dedo encima a Sofía, o si no, serás hombre muerto para mí.
Los ojos de Matthew se entrecerraron y sus dientes se apretaron mientras miraba en dirección de las tres damas que hablaban de Sofía y Marcos.
No perdió más tiempo y se acercó a ellas con una expresión seria y enojada.
—¿Dónde. Están. Ellos? —preguntó a las tres damas con su voz firme y fría.