—¡Tristán! ¡Ese día! ¡Te mentí ese día! ¡No me gustaba Andrés! ¡Tú eras el que realmente me gustaba antes! ¡Te he amado primero antes que a Andrés! —confesaba Hannah.
No sabía qué decir ni cómo reaccionar. Solo se quedó allí en su estado de confusión.
Luego Hannah dejó de abrazar fuertemente a Tristán. Se movió frente a él con sus ojos llorosos. Lloraba mientras se arrepentía de haberle mentido antes.
Creía que ya había olvidado a Tristán y había comenzado a amar a Andrés. Pero ¿cómo era posible que todavía le doliera cada vez que veía a Tristán y a Lillie?
—¿Tristán? ¿Me escuchaste? ¿Por qué no me hablas? ¿Realmente te has olvidado de mí? ¿Es Lillie la que ahora está en tu corazón? —Hannah le preguntó con su voz desesperada.
—¡Por favor, habla conmigo! ¡Respóndeme! —Hannah comenzó a sacudir el cuerpo de Tristán.
Por eso Tristán salió de su profundo estupor.
Los gemelos simplemente continuaron observando a los dos, anticipando la respuesta de Tristán.