Evelyn estaba inconsciente pero podía escuchar algunas cosas de su entorno. Podía sentir el frío del empaste medicinal en su herida.
Le dolía.
Pero ni podía gritar de dolor ni podía derramar lágrimas.
Su cuerpo se sentía demasiado débil para hacer cualquier cosa.
Solo quería dormir para no sentir ese dolor. Sin embargo, antes de sumirse en el sueño, escuchó una voz suave pero firme.
—...Mi Evelyn es la chica más fuerte que he visto...
Las palabras eran ligeramente inciertas, pero esta frase que escuchó claramente la hizo sentirse ligeramente desconcertada y confundida.
En su mareo, no podía evitar preguntarse quién era esta persona.
Pero quienquiera que fuera, estaba muy equivocado.
No era fuerte en absoluto.
Si fuera fuerte, entonces no habría dejado que todas esas cosas sucedieran. Era débil, por eso solo podía optar por huir.
Con estos pensamientos, Evelyn finalmente se sumió en un sueño profundo debido al agotamiento.