Evelyn tragó saliva por el miedo mientras se alejaba gateando de Rafael todo lo que pudo. Rafael soltó una risita al verla asustada.
Sin embargo, él no sabía que Evelyn estaba fingiendo. Se había dado cuenta de que a Rafael le gustaba ver su miedo. Mientras actuara como si le tuviera miedo, él no le haría daño... o al menos eso esperaba.
Por otro lado, deseaba tanto tener su espada con ella. Aunque no estaba muy entrenada para matar a nadie en su presencia, al menos podría tener un arma para protegerse.
Rafael hizo un gesto de desaprobación y susurró —No te preocupes, no te follaré... al menos por ahora.
Los ojos de Evelyn se llenaron de desagrado. No quería dejar que Rafael viera la expresión en su rostro, así que mantuvo la cabeza baja. —Todavía te necesito intacta para usarte.