La semana entera pasó para Evelyn como el viento.
Todo el día hasta la tarde se quedaba ocupada con Lady Irwin y Lady Bennett, quienes le enseñaban diferentes tipos de cosas cada día.
Evelyn no se daba cuenta, pero incluso unos pocos días de entrenamiento habían empezado a transformarla grandemente.
La chica que antes era esclava, que no tenía autoestima ni confianza en sí misma, ya no se podía ver más.
Ahora ella daba órdenes a los sirvientes cuando se necesitaba algo en el Palacio.
Con la ayuda de Regan, gestionaba todo en el Palacio como su verdadera ama. Ella misma no podía ver este cambio pero la gente a su alrededor sí podía verlo muy bien.
Rex y Regan estaban muy contentos de ver a Evelyn transformada.
Lady Irwin y Lady Bennett se sentían aliviadas ya que sentían que finalmente estaban haciendo su trabajo a la perfección.
Por otro lado, una persona en todo el Palacio podía sentir cómo su corazón se llenaba de sofocación con cada día que pasaba.