Leeora hizo una breve pausa antes de inhalar profundamente. —Significa que ahora eres la persona del Rey.
—¿La persona del Rey? —Ember murmuró mientras no se sentía bien al respecto.
—Como dije, estás bajo la protección del Rey. Nadie se atreve a herir a la persona del Rey. Verdaderamente eres afortunada —explicó Leeora, esbozando una sonrisa incómoda ya que solo le había contado la mitad de la verdad.
Leeora no sabía cómo explicarle a Ember el verdadero significado de ser una compañera. No estaba segura de que esta chica siquiera estuviera consciente de las cosas entre un hombre y una mujer. Si tuviera que explicárselo ahora, ¿no se asustaría?