Ya que Erlos todavía estaba en Ronan, cuando Morfeo llegó al palacio, se dirigió directamente al estudio del Rey. Si hubiera llegado antes, hubiera regresado con las manos vacías, ya que el Rey de Agartha no estaba en el palacio, pero afortunadamente, llegó con una sincronía perfecta. Justo resultó que Draven también acababa de regresar de un viaje fuera de Agartha. Incluso se podía ver el polvo en sus botas y su abrigo exterior.
Cuando Morfeo abrió la puerta del estudio del Rey, Draven no se sorprendió, esperando tranquilamente al águila ya que ya había sentido su llegada. Al ver su apariencia de viaje desgastado, Morfeo levantó una ceja.
—Parece que, al menos esta vez, has regresado con algo útil sobre mi hermana —comentó Morfeo mientras entraba como si fuera el dueño del lugar.