Draven no se acercó más a su compañera, viendo cómo ella retrocedía. Ninguna persona estaría contenta de estar al final de tal reacción, mucho menos una persona como Draven, que era conocido por su mal genio.
Su voz era fría como el hielo cuando habló.
—Tus lecciones para hoy han sido canceladas.
Ember solo asintió, sin querer mirarlo. Ni siquiera intentó disculparse o hacer excusas en su nombre.
Draven no podía tolerar este tipo de comportamiento de su parte. —¿Por qué te has quedado muda? ¿De repente tienes miedo de mí? ¿Dónde está la valiente muchacha que vino a mi estudio por su cuenta ayer?
—No tengo miedo —intentó negarlo, pero él la interrumpió.
—Entonces, ¿por qué estás así? ¿Tienes miedo de mí?
Ember negó con la cabeza débilmente para decir 'no'.
—¿Hiciste lo que te pedí? Acerca de por qué te toqué, acerca de cómo reaccionaste —¿incluso intentaste entender lo que sentiste?
Ella negó con la cabeza obstinadamente.
—¿Por qué?