Las últimas palabras de Ember seguían resonando en la mente de Morfeo...
...también somos compañeros, ¿verdad?
...compañeros también, ¿verdad?
...¿verdad?
Morfeo no había esperado que Ember llegara a tal conclusión.
—¿Mi compañera?
Morfeo no dijo ni una sola mentira en su explicación hacia Ember. Todo lo que le dijo era verdad, aunque ocultaba un hecho importante: que para su especie, un vínculo de pareja es como el matrimonio. Todo lo que intentaba hacer era no contarle directamente la parte de la intimidad, ya que no sabía cómo explicarle todo eso a esta niña ingenua.
Solo estaba tratando de que se acercara más a su compañero, queriendo que su relación mejorara, dándole ideas para que el terco dragón la dejara entrar en las murallas que había construido a su alrededor. Quería que Draven abandonara sus reservas y se emparejara con ella pero...
—¿Qué acaba de decir?