Li Xue casi se atraganta con las palabras de la camarera. Había mencionado algo sobre su prometido. ¿Cuándo había conseguido uno en su vida? ¿Prometido? ¿En serio?
Miró a la gente que la observaba como si fuera alguna clase de maravilla de este mundo. Ella también estaba impactada por la revelación. A su lado, Wen Sying tampoco podía asimilar las cosas.
Se volvió para mirar al hombre cuya cara estaba pálida de la impresión. Sus ojos estaban fijos continuamente en la mujer que se había comportado totalmente indiferente desde el momento en que se conocieron y ahora él se enteraba de que había otro hombre en su vida.