En la oficina de Lin Xinyi,
—Gracias por ayudarme en todo, Hermana Xinyi. Espero no haberte decepcionado con mis respuestas de antes —dijo Li Xue, trayendo una suave sonrisa a sus rasgos. Estaba realmente satisfecha con cómo había ido el día y sabía bien que todo esto no hubiera sido posible sin el apoyo de su manager.
—Ese es mi trabajo. Y no me has decepcionado. Fuiste buena haciendo que los pensamientos de la gente se dirigieran en la dirección que querías. Y espero que tus planes funcionen. Solo así podrías recuperar el terreno perdido —dijo Lin Xinyi, manteniendo sus expresiones firmes, perfectamente adecuadas a la imagen de la manager profesional.
Li Xue asintió con sus palabras. Por supuesto, ella sabía que las cosas no iban a ser fáciles para ella. —Mhm-hmm... Espero que sí —confirmó con una voz llena de esperanza, reuniendo algo de positividad a su alrededor.