Por la tarde, la sala de recepción de Oriental Spark fue preparada para albergar la pequeña rueda de prensa. El personal se apresuraba en los últimos retoques porque no querían dejar nada al azar. No porque quisieran hacer las cosas perfectas, sino para salvarse de cualquier severo reproche.
Habían sido estrictamente supervisados para mantener todo perfecto y adecuado. Las órdenes venían directamente de la cúpula, y todos las esperaban con anticipación.
—No entiendo por qué tenemos que ser tan cuidadosos solo por esta simple reunión. ¿No somos acaso los dominantes en los escenarios? —susurró alguien mientras lanzaba furtivas miradas a los demás, esperando escuchar sus palabras en el contexto.