Feng Yu Hao conocía muy bien la determinación de su hijo. Sabía que una vez que su hijo decidiera algo, lo lograría a cualquier costo. Esta había sido una de las razones detrás de su éxito todos estos años. También le había gustado verlo tan resuelto, pero hoy, su resolución se estaba convirtiendo en su miedo.
Verlo tan empeñado en la mujer lo estaba asustando. Darle una oportunidad a esa mujer no habría sido un problema para él, le habría propuesto una oportunidad justa y luego habría dejado que todos decidieran sobre ella. Nadie habría tenido la audacia de cuestionar su decisión.
Pero lo que más lo angustiaba era que, dada su escandalosa y complicada vida pasada, dudaba de que incluso después de que ella demostrara sus méritos, ningún pariente la aceptara como deberían. Y su falta de aceptación sería algo que los haría finalmente sospechar de las decisiones y elecciones de Feng Shufen en los días posteriores.