Bajo la exigente mirada de Feng Shufen, Li Xue no pudo aguantar más tiempo, tampoco quiso. —Señor Belcebú, ¿me ha engañado para firmar el certificado de matrimonio con usted? —preguntó, de repente entrecerrando los ojos hacia él a través del espejo.
No tendría ningún problema con el certificado si él lo hubiera obtenido engañándola porque sería algo inevitable que llegaría tarde o temprano en su vida. Obteniéndolo ahora, solo se sentiría aliviada ya que después de eso el hombre oficialmente sería suyo para burlarse y poseer.
El ceño de Feng Shufen se frunció por un segundo pero luego negó con la cabeza. Y ante su negativa, Li Xue se levantó inmediatamente de su taburete acolchado mientras se daba la vuelta para enfrentarlo claramente. Sus manos en sus caderas. —Entonces, ¿qué es este certificado de matrimonio de élite en el que ha registrado mi nombre junto al suyo? Ya he oído hablar de él dos veces pero no tengo idea de qué se trata.
