—Director Qi... ¡Director Qi! ¿Cuándo vas a entender que ocultar tus verdaderos sentimientos solo te traerá pérdida y arrepentimiento? —rió para sí Su Fai mientras tomaba nota mentalmente—. He aprendido estas lecciones un poco tarde, pero nunca querría que nadie cometiera el mismo error.
Al lado, los ojos de Feng Yi Lan se abrieron de par en par cuando escuchó las palabras de Su Fai. Si no fuera por la escayola en su tobillo y la preocupación por Li Xue en su mente, ya habría saltado sobre él para hacerle saber qué error estaba cometiendo esta vez. Pero no podía ser imprudente consigo misma cuando el regreso de Li Xue ya se acercaba a la puerta.
Así que, por el momento, se calmó únicamente lanzándole una mirada asesina. ¿Cómo puede hacer esto? ¿No podía ver que las cosas no iban bien entre ella y el hombre idiota, parado en la puerta?
Pero entonces, ¿cuándo han sido las relaciones entre ella y ese hombre correctas?
