Pronto, el coche de Li Xue volvió a Pequeños Claveles. En el camino había informado a Shufen que ya estaba regresando a casa en su coche y que no era necesario enviar a Du Fan más. Aunque su estado de ánimo era tranquilo y relajado en la superficie, por dentro gritaba desesperada por respuestas.
—Señora, ya hemos llegado a su lugar —anunció el conductor al estacionar el coche en su lugar habitual en Pequeños Claveles.
Mirando por la ventana, Li Xue asintió con la cabeza a sus palabras y luego mostró su gratitud a través de sus palabras, —Gracias por llevarme de vuelta. Le informaré la hora en la que saldré mañana. Por ahora, también puede ir a descansar —dijo y luego salió del coche.