—¿Tío? ¿Qué está pasando? ¿A qué distracción te refieres? —preguntó Xie Chi, que tenía dificultades para entender lo que sucedía.
—No es algo de lo que debas preocuparte —le respondió Song Yu Han.
Xie Chi dijo:
—Pero tío, claramente escuché una voz a tu lado... ¡No me digas que le estás siendo infiel a tu esposa! Se lo diré a tu esposa si es así. ¡Ni pienses que porque seas mi pariente de sangre no lo haré!
El sonido que salía del altavoz del teléfono no era alto, pero ahora era más claro ya que ella estaba sentada en el regazo de Song Yu Han. Al escuchar las divagaciones del sobrino de su esposo, que era un poco más joven que él, sus ojos brillaron.