Kyle se detuvo.
Miró al pequeño gato que estaba frente a él, sentado obedientemente frente a la mesa, mirándolo. Sus grandes ojos azules eran cristalinos mientras que su esponjosa cola se movía lentamente.
Se veía extremadamente linda y adorable, como cualquier hermoso gato normal.
Pero sus ojos parecían poder ver a través de cualquier capa de pensamientos. Eran extremadamente claros y hermosos.
Al mirar detrás de ella, Kyle pudo ver que la mesa estaba preparada para dos personas y había una olla de sopa en medio que aún estaba humeante. Los cubiertos también estaban colocados de manera ordenada, faltando solo la presencia de las personas.
La escena era cálida y hermosa.
Impactó profundamente a Kyle, invocando el recuerdo que una vez había enterrado en el fondo de su mente. Sus ojos parpadearon ligeramente, reprimiendo las emociones dentro de su corazón que estaban a punto de estallar.
Kyle abrió la boca, su voz algo ronca: "He vuelto".
Kate sonrió felizmente.