—Me gusta cómo suena eso —respondió Long Jian con una sonrisa burlona.
—Cuanto más choque Long Hui contra nosotros, más severo será su castigo —dijo Iris.
—Eres demasiado justa, hermanita —resopló él.
—Lo sé —suspiró ella—. Por mucho que quiera golpearlo por todas las cosas horribles que dijo e hizo debido a su estupidez e inseguridad, al final del día, sigue siendo el padre de mi ahijado, me guste o no.
Long Jian gruñó.