Tomó un sorbo y sus ojos se abrieron de par en par. Tomó otro sorbo para asegurarse. No cabía duda. Era té Tieguanyin[1]. Y de la mejor calidad. Nada mal.
—Hai, el mundo debe realmente estar terminando pronto.
—Señor Qiao Yu, lo he llamado hoy porque hay algunas cosas de las que quiero hablar con usted. —Incluso la manera en que hablaba había cambiado. Pronunciaba sus palabras y hablaba de manera directa pero tranquila.
—Por supuesto, Señorita Long —respondió él, recuperando su habitual rostro inexpresivo—. Por favor, dígame en qué puedo ayudarle.
—Primero lo primero. Quiero contratarlo como mi administrador financiero personal. Quiero que deje a sus otros clientes y se concentre exclusivamente en manejar mis finanzas. Si acepta, tomará su salario de mí y no de mi padre.
Qiao Yu frunció el ceño.
—Señorita Long... esto...
El salario que recibía de su padre era definitivamente mayor que los ingresos que ella obtenía como artista. ¿Cómo podría permitírselo? Si quería que él aceptara un salario menor, estaba soñando.
—También quiero que le informe a mi padre que deje de enviarme la asignación mensual. Ya tengo diecinueve años, ya no soy menor de edad.
—Sí, sin duda debe ser el fin del mundo.
Aclaró su garganta.
—Entendido, Señorita Long. Informaré al Presidente de su decisión.
—¿Entonces acepta mi oferta?
Tomó un par de respiraciones profundas.
—Señorita Long, me alegra que finalmente esté comenzando a prestar atención a sus finanzas pero...
—¿Dom?
El asistente que estaba detrás de ella le pasó a Qiao Yu una carpeta. Qiao Yu estaba confundido.
—Ábrala. Mire la primera página —ordenó ella.
Él obedeció, sintiéndose más confundido aún. Parecían... ¿detalles de una cuenta bancaria?
—Esa es una cuenta bancaria separada que abrí yo misma. Ahí es donde puse el resto de los 15 millones después de comprar computadoras.
Qiao Yu estaba confundido. Claramente había mucho más de 15 millones en esta cuenta. ¿Esta chica había robado un banco o algo así? ¿Cómo había conseguido tanto dinero?
—Utilicé el dinero para comprar y vender acciones. También invertí en bonos y participaciones en varias empresas. Incluso proporcioné préstamos con intereses a algunos negocios. Ahora hay más de quinientos millones de RMB en esa cuenta bancaria. Pase a la siguiente página. Esa es una lista de los negocios en los que invertí, incluyendo la cantidad que gasté y gané de ellos hasta este momento. Algunas de ellas son compañías extranjeras. Las últimas páginas contienen la lista de negocios en los que estoy interesada en invertir. Quiero que usted se encargue de ellos por mí.
Por supuesto, también había ganado bastante aceptando algunos trabajos de hackeo apenas legales de la web oscura pero no le diría eso.
Por primera vez en toda su vida, Qiao Yu sintió que su mente se quedaba completamente en blanco.
—¿Señor Qiao Yu? ¿Señor? ¿Está escuchando? ¿Está bien? —preguntó Iris, preocupada—. Dom, ¿por qué no se mueve?
—Eh, jefe. Creo que lo rompiste.
—No digas tonterías. No hice nada.
—Está congelado. —Dom de repente dio un respingo—. ¡Oh no! ¿Y si está teniendo un derrame cerebral? ¿Qué hacemos, jefa? ¿Qué pasa si se muere? ¡Jefa, tengo miedo!
—¿Qué?! ¡Llamen a una ambulancia! ¡Rápido!
En lo que corrían de un lado para otro en pánico, Qiao Yu finalmente recuperó algo de sentido. Escuchó al joven llamando frenéticamente por teléfono, diciendo algo sobre necesitar una ambulancia y alguien teniendo un derrame cerebral.
—¿Ah? ¿Qué está pasando? ¿Quién está teniendo un derrame?
—¡Señor Qiao Yu! ¿Está bien? —Iris corrió hacia él, sus ojos llenos de preocupación—. ¿Está teniendo un derrame? No se preocupe. La ambulancia viene.
—Sí, sí. Estoy bien, ah... espera, ¿qué?! ¿Estoy teniendo un derrame?
Dom también se acercó a ellos, todavía hablando por teléfono.
—Paren. ¡Paren! ¡Cuelguen ese teléfono! Ustedes dos, ah... No estoy teniendo un derrame. Estoy bien. ¡Estoy sano! ¿Por qué incluso pensaron que estoy teniendo un derrame?
—¿No? ¿Está seguro? —ella preguntó.
—¡Sí!
Iris le lanzó una mirada de reojo a su asistente.
—Ehe. —Dom dio una sonrisa avergonzada. Informó por teléfono que ya no necesitaba una ambulancia y pidió disculpas por las molestias causadas antes de colgar.
Todos soltaron suspiros de alivio.
Qiao Yu aclaró su garganta, sintiéndose avergonzado e incómodo por el alboroto que causó. —Por favor, perdóneme, Señorita Long, por hacerla preocuparse. Estoy bien, de verdad.
—Eso es bueno, entonces.
Ambos tomaron té para calmarse.
Incluso Dom se sirvió una taza. ¡Qué susto se llevó! ¿Y si el tío se moría allí mismo? Ah, qué miedo.
—Señor Qiao Yu. ¿Está bien si continuamos nuestra conversación? —ella preguntó.
—Por supuesto, por supuesto. Adelante, Señorita Long.
—Ya vio que tengo un poco más de quinientos millones en esa cuenta bancaria. Si acepta mi oferta de convertirse en mi administrador financiero personal y trabajar solo para mí, planeo entregarle esa cuenta para que invierta como desee. Puede que le dé instrucciones específicas de vez en cuando, pero en su mayoría, solo quiero relajarme y dejar que usted me haga más dinero. Espero que pueda hacerme multimillonaria para cuando llegue a los veintitantos.
Qiao Yu inhaló bruscamente, contrayendo sus ojos. ¿Manejar quinientos millones de RMB? ¿Hacerla multimillonaria?
Sí, el mundo debió haber realmente terminado.
Debió haber muerto y esto debe ser el más allá. De otro modo, ¿cómo podría esta niña mimada convertirse en una multimillonaria en solo unos pocos meses?
—Señor Qiao, ¿qué opina? ¿Acepta mi oferta? —[1] Una variedad premium de té oolong. Sus variedades más selectas son algunas de las más caras del mundo.