—Pero te vi hoy y ya estoy empezando a cambiar de opinión. No esperaba verte así —dijo JJ, haciendo un gesto hacia la dirección de Iris—. Realmente me sorprendiste. Pareces una persona completamente distinta.
—Señor JJ, estoy segura de que ha escuchado que tuve un accidente de coche hace más de un año —dijo Iris. Su voz era calmada e impasible.
Él asintió.
—Fue un accidente muy grave. Morí, señor JJ —suspiró, mirando hacia fuera de la ventana. Las nubes flotantes y el cielo azul fuera de las ventanas se reflejaban en sus gafas de sol espejadas—. Estuve en coma. Muerta durante un año. Usted no sabe lo que se siente morir, señor JJ. Cambia a las personas.
—Ya veo —dijo él, empezando a entender por qué Iris Long había cambiado tanto. Ambos estuvieron callados por un tiempo. Después él suspiró. Señaló el piano en un mini-escenario en el centro del restaurante—. ¿Ves eso?
Iris siguió con la mirada y después asintió.
—Ve. Toca una de tus canciones. Muéstrame cómo lo haces. Convénceme de que realmente eres la persona indicada para cantar las canciones que compusiste. ¿Puedes hacerlo?
—Claro.
Se levantó y caminó hacia el piano. Sus pasos eran ligeros y gráciles, como si flotara sobre el suelo.
Algunos de los clientes se dieron cuenta, preguntándose quién era esa hermosa joven. La observaron mientras subía al mini-escenario y se sentaba frente al piano.
¿Oh, iba a tocar el piano y actuar?
Esperaron con anticipación, mientras ella flexionaba los dedos con calma. Tomó una respiración profunda y comenzó a tocar.
Notas fuertes, profundas y rápidas sacudieron a todos dentro del restaurante. Esta vez, todas las cabezas se giraron hacia la joven que tocaba el piano.
Sus corazones latían fuerte, mientras la música imponente traía a sus mentes la imagen de un campo de batalla sangriento.
Después de unos segundos, las notas se ralentizaron hasta detenerse por completo. La joven tomó un par de respiraciones y luego empezó a tocar una melodía lenta, suave pero oscura y desgarradora. Abrió su boca y cantó.
—Estoy tumbada en un océano carmesí
Congelada en la oscuridad
Flotando durante mil años
Ansiando por ti
Todo el mundo contuvo la respiración al escuchar su voz baja y hipnotizante cantando la melodía oscura. Los ojos de JJ se iluminaron con emoción. Toda su atención estaba puesta en ella.
—Mi alma rota está buscando
Perdida y asustada
Mil años sin ti
Preferiría estar muerta
Una mujer de mediana edad en una mesa cercana lloró, temblando, mientras recordaba a su amado esposo que falleció hace dos años.
La melodía se volvió aun más desgarradora. La voz de la joven se alzó sin esfuerzo, alcanzando notas altas.
—Cada vez que cierro los ojos
Bailo con el fantasma de tu amor
Volamos a través de este paraíso temporal
Hasta que tengas que irte una vez más
No quiero despertar de esto esta noche
Pasar mil años
Con el fantasma de tu amor
La viuda cubrió su rostro con las manos y sollozó. Sus amigas intentaron consolarla, con los ojos también llenos de lágrimas. Una de sus amigas intentó llevarla al baño de señoras en un esfuerzo por calmarla, pero la viuda negó con la cabeza. Quería quedarse y escuchar toda la canción.
A través de sus lágrimas, la viuda miró a la joven tocando el piano. Los ojos de la joven estaban cubiertos por unas grandes gafas de sol, pero no podían ocultar su expresión emocional llena de dolor y soledad.
—Estoy muerta cuando despierto
Viva cuando duermo
¿Cómo vivo cuando no hay tú
Excepto en mis sueños por la noche
JJ cerró sus ojos, dejando que la canción oscura y emocional lo envolviera. Su corazón latía rápido, su respiración se aceleraba.
En ese exacto momento, tomó una decisión. Poco sabía que esta decisión enviaría a toda la nación y la industria musical a un frenesí en el futuro cercano.
—Oh, pasar mil años
Con el fantasma de… tu… amor
Aplausos estruendosos resonaron mientras las últimas notas de la canción lentamente llegaban a su fin. Todos se levantaron, desde los clientes hasta el personal del restaurante. Todos aplaudían con toda su fuerza. Algunas personas curiosas del vestíbulo del hotel entraron al restaurante, preguntando qué estaba pasando.
Iris Long se levantó, con una sonrisa apenas perceptible en su rostro. Mirando detrás de sus grandes gafas de sol, escaneó a la gente que le daba una ovación de pie.
Se levantó y dio una reverencia baja, profunda y elegante.
Los aplausos se hicieron más fuertes, seguidos de vítores entusiastas y silbidos.
Al volver a su altura completa, uno de los camareros corrió hacia adelante y le ofreció la mano para ayudarla a bajar del mini-escenario. Sonreía como un adolescente cuando ella asintió agradecida.
Se tocó el pecho y bajó la cabeza, agradeciendo en silencio a la gente que aplaudía mientras caminaba de vuelta a la mesa donde JJ la esperaba.