Godzilla estaba durmiendo como un tronco muerto.
No se movía para nada y simplemente se quedaba allí... imitando a una montaña de verdad.
Sin embargo, el sonido de sus ronquidos era suficiente para despertar a cualquiera. Era como si la mansión estuviera bajo el ataque de una tormenta eléctrica...
—¡Qué ruido!
—Groookk... fiuuuhhhh... groookkkk... krrrr...
Ainsley se masajeó las sienes y suspiró.
—Pensé que Zilla no estaría durmiendo cuando la invoqué... ¿debería despertarla?
Ainsley decidió llamar a Zilla usando su telepatía.
—[Zilla, Zilla. ¡Despierta! ¿Hola??]
Normalmente, los otros monstruos despertarían una vez que Ainsley los contactara. Sin embargo, Zilla ni siquiera se inmutó. Siguió roncando con una gran burbuja expandiéndose y contrayéndose debajo de su nariz.
—Fiuh... fiuh...
Los labios de Ainsley se torcieron ante el comportamiento de Zilla.