Cuando Ainsley escuchó el nombre Zack, su mente no pudo procesar la información claramente. Estuvo aturdida por unos segundos... antes de que algo finalmente explotara en su mente.
—¿¡ZWACK?? ¿Ese ZWACK?! —Ainsley casi se cayó del regazo de Jacqueline directo al suelo. La bebé miró a Jacqueline con la boca bien abierta.
—Tú... ¿tú segura, tía? —preguntó.
—¿Eh? ¡Por supuesto! ¿Él aún no te lo dijo? Él me lo contó todo... ah, espera. ¿Realmente no sabes nada? —La mujer de repente pareció confundida mientras murmuraba para sí misma.
—Esto es malo. Pensé que Jake ya le había dicho a esta niña puesto que Evan sí... ¿aún no le dijo? —Jacqueline inhaló profundamente antes de sonreírle con dulzura a Ainsley, intentando mantener la calma.
—Eh... bueno, mi hijo me dijo que no le dijera a nadie, pero pensé que ya te había dicho... fue un error mío.
Ainsley quería golpearse la frente con la palma de la mano.