—¿En secreto? —El Padrino miró una vez más a Axelle. El tipo estaba actualmente organizando la poción cerca de la cabeza de Ainsley mientras permanecía vigilante.
—E-este, jefe de familia. E-espero que puedas despertar pronto... —El tío de piel azul se inquietaba mientras miraba a su maestra inconsciente.
¡Oh, cómo deseaba no ser un alquimista sino un sanador o un médico en su lugar, para poder saber por qué esta niñita no se despertaba después de tres días ya!
Axelle rodeaba la cama de Ainsley, comprobando debajo de la cama o algo para asegurarse de que la bebé permaneciera segura. Hizo todo esto mientras caminaba de puntillas, pensando que nadie lo veía.
Sin embargo, cierto gato blanco escondido debajo de la manta de Ainsley ocasionalmente abría los ojos y bostezaba a Axelle antes de acurrucarse de nuevo en la manta.