Asael curvó la comisura de sus labios mientras se levantaba lentamente.
—¿Qué importa si eres un genio aún más raro que mi hermana? ¡Aún así morirás antes de poder mostrar tu talento!
Cuanto más lo pensaba, más emocionado se sentía.
El camino de los genios siempre estaba teñido con la sangre de otros genios.
De repente, Asael anticipó cómo sería la expresión de la bebé cuando volviera a su territorio y viera que su familia dejó de existir.
—¡Eso sería divertido!
Sin saber que se estaba gestando una tormenta en silencio, Ainsley regresó al casino trayendo el ejército de raptores.
En realidad, pensó en almacenar los raptores dentro de su pulsera dimensional, pero si asustaba a los demás cuando invocara monstruos de la nada... eso sería malo.
Después de todo, no podía decir que era una domadora de monstruos. Es sabido que un monstruo contratado no puede hacer otro contrato con otro individuo, incluso si son domadores de monstruos.
