La cara de Jake se tornó azul. Su cuerpo temblaba mientras miraba a la alegre Ainsley con el corazón dando saltos, listo para colapsar.
—¿Esta bebé... puede manipular la suerte?
Jake casi se desmaya.
—¿Qué demonios…?
—Entonces... ¿la habilidad de manipular la suerte es real? ¿No es leyenda? ¿Alguien realmente poseía una habilidad tan espeluznante y tramposa?
Jake estaba tan abrumado que casi se orina en los pantalones. El tipo disfrazado de conejo estuvo a punto de secuestrar a Ainsley y registrarla como la próxima heredera de la Familia Billios.
—¡Sangre de diablo! ¡Alguien que pudiera manipular la suerte llegaría lejos en la vida! Y si heredara una gran familia mercantil como la Familia Billios, con su suerte, podría conquistar todo el mundo empresarial.
Jake ya se imaginaba cómo prosperaría su Familia Billios si la bebé usara su habilidad por el bien de la familia.