Al ver que el guardia ni siquiera intentaba defender la justicia, Álvaro finalmente se enfureció.
¡Qué guardia tan corrupto!
De hecho, Álvaro ya sabía que los guardias adoptarían una postura segura y simplemente permitirían que los visitantes resolvieran su problema por sí mismos. Si comenzasen a pelear, el equipo de patrulla sería quien eliminara a estos visitantes.
Los guardias solo observarían la conmoción sin arriesgar su trabajo actual.
Álvaro ya había presenciado algo así antes, pero no pensó que su familia algún día recibiría el mismo trato.
El joven apretó los dientes mientras miraba al arrogante mayordomo flotando en el aire. Este mayordomo debería tener una habilidad relacionada con el viento o la misma habilidad de vuelo que Ethania.
Sin embargo, el enfoque de Álvaro estaba en las palabras del mayordomo.
—Quería cambiar la posición de su carruaje. ¿Es posible?
No creyéndolo, Álvaro se pavoneó y se burló.