—¿Un... juicio? —La vista de Ainsley se nubló. La bebé se tambaleó y casi cayó de nuevo.
—¿Un juicio para castigar a un pecador? ¿Y ese pecador es Eliana? —Esto... ¿cómo ha pasado? ¿Es porque estuvo inconsciente durante cuatro días seguidos? ¿Es por eso que culparon a Eliana de ser la mente maestra detrás de eso?
—¡Ainsley se dio cuenta inmediatamente de que, efectivamente, ese era un razonamiento plausible! ¡Esos viejos zorros no podían esperar para culpar a Eliana y reemplazar su puesto como tutora del actual jefe de la familia!
—¿Todavía querían convertirme en una líder de la familia títere? —El rostro de Ainsley se oscureció. Por primera vez, su expresión cambió a la de una dama madura. La furia en sus ojos era tan intensa que incluso Finley y Cronos podían sentirla de lejos.
—[Oye, oye, ¿no es tu amante un poco extraña? No parece una niña en absoluto…] —Cronos enviaba telepatía a Finley con el rostro contorsionado de asombro.