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Mientras la conciencia de Ainsley estaba dentro de la mente de Código-C, Finley y Cronos la vigilaban desde afuera.
—Mmm, han pasado varias horas. Todavía está dentro de la mente de esa bestia. ¿No crees que necesitará varios días a este ritmo? —Cronos sacudió su manga y el diminuto hada se transformó en un chico un poco más alto que Finley.
Si uno no lo conociera, ¡pensaría que esos dos eran hermanos!
—No te preocupes. Incluso si necesita varios días, la guardaremos, ¿verdad? —Finley balanceaba sus piernas mientras miraba a través de la ventana de la habitación hacia la cuna del bebé.
En ese momento, el chico estaba sentado en la rama más cercana al árbol, lo suficientemente cerca para entrar a la habitación del bebé con un salto.
Al escuchar lo que dijo Finley, Cronos frunció el ceño antes de sacudir la cabeza.
—Para que salgas de la finca... ¿no entrará tu papá en pánico? Si esperas a que este bebé termine la vinculación, ¡no volverás a casa por 2-3 días!
