—¡Este es el día más increíble de mi vida! ¡Vamos a recibir entrenamiento directamente del Alfa en persona! —Un joven guerrero, de unos 19 años, irradiaba emoción mientras se preparaban para su sesión de entrenamiento matutino con el Alfa.
Evelyn no pudo evitar compartir su entusiasmo mientras entregaba el gran anuncio que tenía a todos emocionados esa mañana.
La alegría de ser entrenados por el Alfa era evidente, ya que Evelyn nunca había visto a los guerreros tan ansiosos por sus sesiones de entrenamiento.
—¡El Alfa está aquí! —Alguien entró corriendo y anunció, causando una mezcla de miedo y emoción que se expandió a través del grupo.
—¡Apúrate, Pedro! No vamos a irritar al Alfa en nuestro primer día —un guerrero empujó a su amigo, que aún luchaba por ponerse los zapatos, y lo arrastró fuera del vestidor.
—Buenos días, Alfa. ¡Todos están listos! —Evelyn ya estaba afuera, lista para dar la bienvenida al Alfa y transmitir el mensaje cortésmente.