—Ojos que la miraban por encima del hombro, los despreciaba.
—Ojos que la miraban por encima del hombro por su origen, los detestaba.
—Ojos que en su mayoría pertenecían a los nobles, igual que su padre, los aborrecía.
—Su padre la menospreciaba, su madrastra la menospreciaba y su hermanastra mayor también la menospreciaba. Los sirvientes del condado hacían lo mismo, y los nobles hacían lo mismo. Todos hacían lo mismo por una razón.
—Su origen.
—La sangre de plebeya de su madre que corría por sus venas, la odiaban, a diferencia de la sangre noble de su padre.
—¿Acaso no es la sangre solo sangre? ¿No es ella el mismo ser humano que ellos?
—A veces, se preguntaba cómo, si no estuvieron presentes para presenciar la muerte de su madre, tenían el descaro de odiarla por una madre que murió por su existencia.
—¿Cómo podían?!