Xiao Rufeng no podía creer que la suposición de Yan Xiuchen resultara correcta. Ni siquiera conocía personalmente a Bai Qingyue, pero pudo darse cuenta de que a la Reina no le importaba en lo más mínimo lo que Golden Star pensara sobre su salida de la agencia. En cuanto al verdadero motivo de Bai Qingyue, eso era algo que Xiao Rufeng tendría que descubrir por sí misma.
—Entonces, ¿puedo saber por qué la señorita Bai quiere acogerme bajo su ala? —preguntó, queriendo ver si la Reina sería lo suficientemente honesta como para darle una respuesta.
—Como dije, solo acepté esta condición para molestar a Ye Mingyu por atreverse a amenazarme. —respondió la actriz con una sonrisa maliciosa.
Su Xiaofei suspiró y le dirigió una mirada significativa a Bai Qingyue, como si la estuviera regañando en silencio, pero Bai Qingyue la ignoró y actuó como si no hubiera dicho nada malo.
—¿Cómo reaccionó el CEO Mo a tu decisión de dejar Golden Star? —preguntó la señorita Yun a la actriz.