—Su Xiaofei no podía creer lo que estaba escuchando de la boca de Ye Mingyu. ¿Estaba diciendo la verdad o Ye Mingyu intentaba jugar con su mente? ¿Era esa la razón por la cual Mo Yuchen no les permitía consumar su matrimonio? Él sabía que ella estaba envenenada por Ye Mingyu y, sin embargo, no había hecho nada para ayudarla, protegerla como su esposa.
—La ira llenó su ser por completo, su mano se tensaba en la taza de té cuanto más lo pensaba. Si Ye Mingyu le estaba diciendo la verdad, entonces Mo Yuchen había decidido abandonarla desde el comienzo de su matrimonio. Había elegido traicionarla. ¿Qué clase de esposo querría ver a su esposa siendo asesinada por otra mujer? Un hombre con una amante. Sin embargo, según las palabras de Ye Mingyu en este momento, no parecía que ella y Mo Yuchen tuvieran una relación armoniosa en absoluto.