—Va a estar bien —eso es lo que Lu Qingfeng quería decirle a su esposa una vez que vio su expresión de shock después de informarle que Yun Qingrong había caído en coma. Sin embargo, ni siquiera él estaba seguro de que todo volvería a la normalidad pronto y si su suegra sobreviviría a esta prueba o no.
Tampoco ayudaba que Bai Qingyue aún no se había ido, y Su Xiaofei armó un escándalo al despertar, al ver a su madre biológica sentada junto a su cama. Le tomó tiempo a Lu Qingfeng calmarla.
Ella encontraba la presencia de Bai Qingyue despreciable y una burla de la situación en la que se encontraba. ¿Qué estaba tratando de demostrar esta mujer de todas formas? Si algo, Bai Qingyue no debería haber perdido su tiempo quedándose aquí y acosándola por respuestas que ya sabía.
—Haz que se vaya —le rogó a su esposo—. No quiero que ella esté aquí.