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Xi Qian fue tomada por sorpresa cuando un hombre desconocido levantó a su mejor amiga del suelo y corrió hacia el interior de la farmacia.
—¡Espera! ¿Qué vas a hacer con Feifei? ¡Devuélvela! ¡Necesitamos llevarla rápidamente al hospital! —exclamó, pero Yun Xiang no se detuvo y la ignoró.
—¡Han Zijun! ¡Mejor sal y ayúdanos! —gritó él, mientras que el Maestro Ouyang pedía a uno de los empleados que cerrara las puertas de la farmacia, prohibiendo que otras personas vieran lo que sucedía dentro del local.
Yun Xiang miró a la joven mujer en sus brazos, viendo que ella luchaba por mantener su conciencia a pesar de su condición. Su cara estaba pálida como ceniza, incluso sus labios habían perdido su color natural. Escuchó su siseo de dolor, pero ella no podía reunir la fuerza para decir ni una palabra.
El hombre llamado Han Zijun salió de la habitación etiquetada como 'Solo para Personal Autorizado'. Este hombre estaba solo en sus veintes tardíos, pero parecía ser el dueño de esta tienda.
—¿Maestro Ouyang? ¿Joven Maestro Yun? ¿Olvidaron algo?
Sin embargo, en cuanto posó su mirada en Su Xiaofei, sus ojos se abrieron de comprensión.
—¡Rápido, llévala adentro! Necesito ver cuán grave es su lesión! —dijo, permitiendo que Yun Xiang entrara en la habitación de la que acababa de salir. El Maestro Ouyang y Xi Qian los siguieron inmediatamente. Luego colocaron un biombo, evitando que alguien pudiera ver qué estaba pasando detrás de él.
—Señorita, por favor quédese aquí y permita que el Maestro Han trate la lesión de su amiga —una mujer se acercó y convenció a Xi Qian para que se sentara primero. Luego le aseguró que Han Zijun era un doctor de medicina tradicional y uno de los mejores del país.
Xi Qian no podía decir una palabra y lloraba en silencio. Un momento, Su Xiaofei le sonreía, diciéndole que se apurara, y luego lo siguiente que sabía, su mejor amiga estaba sangrando en el suelo. ¿Por qué cada vez que estaba con Su Xiaofei, siempre sucedía algo malo a su amiga?
Xi Qian no quería pensar que las palabras que su madrastra le había dicho en el pasado eran ciertas. Su madrastra le dijo una vez que ella era el gafe de su familia, y que traería problemas a quienes la rodearan.
Cuando Su Xiaofei se enteró de esto y de sus problemas, solamente frunció el ceño en molestia y dijo que la malvada madrastra de Xi Qian solo intentaba aislarla de todos, para que solo dependiera de ellos.
—Feifei, por favor, que estés bien —Xi Qian juntó sus manos y rezó intensamente en su corazón.
La habitación era lo suficientemente grande como para recibir a invitados y pacientes VIP. Yun Xiang acostó a Su Xiaofei en la cama, mientras Han Zijun iba a su lado, le tomaba el pulso antes de levantar ligeramente su camisa para revelar un corte limpio en su lado izquierdo.
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Yun Xiang se sobresaltó al ver la herida, mientras que el rostro del Maestro Ouyang se ensombrecía al verla. La herida obviamente no era normal, ya que había un indicio de oscurecimiento en la carne de Su Xiaofei. Afortunadamente, el corte no era profundo, pero si no se trataba rápidamente, la vida de Su Xiaofei estaría en peligro.
Han Zijun ya había llamado a su asistente y le dijo que anotara las hierbas que necesitaba lo antes posible. Luego comenzó a limpiar la herida y usar acupuntura para detener el veneno de esparcirse por todo su cuerpo.
Cuando su asistente regresó, él inmediatamente sacó la mayor parte del veneno del cuerpo de Su Xiaofei a través de la misma herida.
—La muchacha indirectamente salvó la vida del Maestro Ouyang —murmuró junto a Yun Xiang una vez que terminó el tratamiento—. Afortunadamente, la herida no es profunda, y podemos desintoxicar el veneno que quedó en ella. ¿Qué estaban haciendo, dejando al Maestro Ouyang solo?
Las mandíbulas de Yun Xiang se tensaron. No había anticipado que algo como esto pudiera suceder. Cuando la familia Ouyang pidió su ayuda para cuidar a su anciano, no pensó que alguien se atrevería a atacar al Maestro Ouyang a plena luz del día.
Si no hubiera sido por esta joven mujer, la persona que habría sido apuñalada sería el Maestro Ouyang. Por supuesto, Yun Xiang era consciente de la condición del Maestro Ouyang. Si él hubiera sido el apuñalado hoy, incluso si fuera solo una herida superficial, su corazón no sería capaz de resistir el veneno, y lo mataría.
—¿Cómo está ella? —preguntó finalmente el Maestro Ouyang una vez que la condición de Su Xiaofei se había estabilizado.
—Su vida está fuera de peligro ahora. He suturado su herida, pero espero que le dé fiebre esta noche debido a la cantidad de veneno frío que aún queda en su cuerpo, pero no se preocupe. Con la medicación oral, será eliminado de su sistema en tres días —explicó Han Zijun al anciano.
El Maestro Ouyang permaneció en silencio, pero estaba claro que estaba preocupado por la condición de Su Xiaofei. Pudo salir ileso gracias a esta joven mujer frente a él. Basándose en su apariencia, ella todavía podría ser una adolescente en la cúspide de la adultez.
Si ella perdiera la vida hoy, Ouyang Luo no podría soportar la culpa, sabiendo que una joven había perdido su futuro debido a él.
Si el atacante se hubiera acercado a él justo cuando estaba planeando mirar un puesto cercano, el anciano no estaba seguro de que sería capaz de ver el próximo amanecer de nuevo.
—La medicina de esta niña... Xiao Zijun, ponlo en mi cuenta. Dale todo lo que necesite.
—Como usted desee, Maestro Ouyang —respondió Han Zijun antes de disculparse para preparar las hierbas que Su Xiaofei necesitaba.
Después de dos horas de espera, a Xi Qian se le permitió ver a su mejor amiga. Tomó asiento junto a la cama y suspiró aliviada cuando vio que algo de color había vuelto al rostro de Su Xiaofei.