Su Xiaofei ya había sido dada de alta del hospital ese día y no le sorprendió ni un poco que Su Haoran no se molestara en ir a verla. Aunque Yun Qingrong quería que se quedara en el hospital otro día solo para asegurarse de que estuviera bien, no pudo persuadir a Su Xiaofei y solo pudo aceptar que se iría a casa con ellos.
Lo primero que hizo Su Xiaofei al llegar a casa fue ir a su habitación como si temiera que todo fuera un mero producto de su imaginación, y que solo soñaba con ver y reunirse con su madre de nuevo.
En el momento en que abrió la puerta de su habitación, la recibió la vista de colores rosa claro y pasteles que casi le hacían daño a los ojos. Todo seguía igual que lo recordaba antes de cambiar todo esto tras la llegada de Ye Mingyu a sus vidas.
Aunque había sido mimada y consentida desde niña por Yun Qingrong, cuando Ye Mingyu apareció en escena, Su Xiaofei fue comparada repetidamente con su supuesta hermana mayor.
Su Xiaofei no era tan alta como Ye Mingyu, ya que solo medía 165 centímetros en comparación con la altura de 172 centímetros de Ye Mingyu. Incluso si la diferencia de altura no importara, sus figuras eran completamente diferentes.
El pecho de Su Xiaofei no era como una pista de aterrizaje de aeropuerto, pero comparado con la magnífica figura de Ye Mingyu, no era nada. Junto con su cara inocente, no era sorprendente que tantos hombres hubieran sido encantados por Ye Mingyu.
En su vida pasada, para no ser opacada por Ye Mingyu, Su Xiaofei empezó a usar tacones altos, para no sentirse demasiado intimidada por la altura de la otra mujer. Debido a esto y al uso prolongado de zapatos de tacón alto, la forma de sus pies cambió.
Su Xiaofei no pudo evitar sentirse aliviada de que no tendría que soportar lo mismo otra vez. Ya no envidiaría a Ye Mingyu. ¿Y qué si Ye Mingyu fuera la verdadera hija de su padre y el amor de la vida de Mo Yuchen? Ella, Su Xiaofei, era hija de Yun Qingrong, sin importar si había venido de su madre o no.
Como hija de su madre, tenía todos los derechos sobre las propiedades de su madre, en cuanto a Su Haoran... bueno, solo podía culparse a sí mismo porque Su Xiaofei no tenía ninguna intención de darle ni un centavo.
En cuanto a la opinión de los demás, ¿por qué le importaría a ella? En su vida pasada, además de ser ridiculizada injustamente por ellos, también fue pintada como una mujer ligera que quería seducir y arrebatar el hombre de su hermana mayor. Entonces, ¿por qué debería considerar sus opiniones?
Aunque es cierto que en el pasado era dominante, arrogante y altiva, algunas personas la difamaron por cosas que ella no hizo en primer lugar.
Su Xiaofei se sentó en el borde de su cama infantil y recordó el pasado. Había sido tan tonta al ignorar a su madre en favor de perseguir a Mo Yuchen. Al final, quien verdaderamente la amaba murió, mientras que su esposo persiguió a otra mujer una vez que se hizo con las propiedades de su madre.
Su habitación distaba mucho de ser la misma habitación que tenía cuando murió y cuando Lu Qingfeng la ocupó. Había cortinas azul claro con ribetes de color rosa decorando la ventana francesa. Tenía una suave alfombra debajo de sus pies, que Yun Qingrong había colocado personalmente junto a su cama después de esa noche en que accidentalmente tropezó y se deslizó de su cama medio dormida.
Esas sencillas acciones que Su Xiaofei solía ignorar en el pasado, pero ahora podía verlas claramente. Todavía había almohadas y muñecas lindas tiradas en su gran cama, que también había recibido de su madre. Su Xiaofei sabía que Yun Qingrong la consentía, la trataba como a una verdadera princesa no porque no pudiera tener su propio hijo, sino porque realmente la trataba como a su hija.
Su Xiaofei suspiró mientras su corazón dolía. Yun Qingrong era mucho mejor que esa mujer que le dio la vida y la abandonó por el bien de una carrera ambiciosa.
Antes de su muerte en su vida pasada, fue Lu Qingfeng quien reveló quién era su verdadera madre después de llevar a cabo una investigación basada en la afirmación de Ye Mingyu de que Su Xiaofei no era la verdadera hija de la familia Su, sino ella.
Sin embargo, esta habitación que fue decorada por Yun Qingrong, fue completamente cambiada por Su Xiaofei después de patalear por ser tratada como si aún fuera una niña por su madre. Cuando llegó Ye Mingyu, Su Xiaofei insistió en que la Tía Liu renovara su habitación para que pareciera la de una mujer joven como ella.
Después de cambiarse de ropa, Su Xiaofei tomó el cepillo de pelo de su tocador y peinó lentamente su largo cabello, reflexionando sobre lo que debería hacer a continuación. Como los cielos le habían dado una oportunidad para revivir su vida, el primer paso que diera era crítico para asegurar su victoria esta vez.
Echó un vistazo al calendario en la mesita de noche e intentó recordar lo que sucedió en el pasado alrededor de esta época.
En el pasado, después de recibir el alta del hospital y quedarse en su apartamento, se enteró de que Ye Mingyu había llegado a la Ciudad Qiying con su madre y había conocido al Maestro Ouyang.
La familia Ouyang era propietaria de una de las mayores agencias de entretenimiento del país, Top Tier Entertainment. Sin embargo, el Maestro Ouyang no formaba parte de la compañía. En cambio, trabajaba como un alto funcionario del gobierno.
Su Xiaofei escuchó brevemente que Ye Mingyu de alguna manera había logrado salvar la vida del Maestro Ouyang, por lo tanto, cuando Ye Mingyu fue descubierta por un agente, eligió firmar con Top Tier Entertainment y con la ayuda del Maestro Ouyang, consiguió la mejor oportunidad de debut que podría tener en la industria.
—Pero ¿qué harías, Ye Mingyu, si te robo el centro de atención esta vez? —se preguntó.